Netflix tiene su trimestre más exitoso y se acerca a los 200 millones de suscriptores
El año empieza con 16 millones de nuevos suscriptores, pero ¿se quedarán después de la cuarentena? Además: la primera producción que se reactiva y lo nuevo de HBO.
“Optics” es una palabra que se usa mucho en la prensa económica moderna. Se refiere a la forma en la que el público percibe el universo ético, moral, o como quieras llamarlo de una compañía. Porque aunque el objetivo de una corporación es enriquecer a sus accionistas, la imagen es importante para un consumidor consciente que prefiere apoyar compañías que percibe como positivas. Y “percibe” es la palabra clave. No importa mucho lo que hagas, sino la perspectiva que le des. Las “good optics” y las “bad optics.”
Un caso típico de “bad optics”, por ejemplo, sería celebrar con bombos y platillos el mejor trimestre de la historia de tu compañía en medio de una pandemia que tiene al mundo paralizado, en especial cuando la razón por la que a tu compañía le fue tan bien está directamente conectada a esa misma parálisis.
El informe a inversores de Netflix de ayer fue un ejemplo perfecto de manejar esas “ópticas”, con una mezcla ganadora de informalidad, prudencia, y fé en el efecto positivo del contenido del servicio de streaming en la vida cotidiana de los consumidores.
Hoy hago una pasada veloz por la conferencia de accionistas de la empresa más beneficiada por el coronavirus para analizar sus espectaculares (y francamente, merecidos) números de 2020 hasta ahora.
ADEMÁS: el inicio de la producción de nuevo contenido en tres países distintos y el tráiler definitivo de una serie de HBO que parece destinada a los Emmy.
Netflix, Por 16 Millones de Razones
Durante la tarde de ayer, poco después del cierre del día en la bolsa de valores, los directores de Netflix dieron su informe trimestral de ganancias a los accionistas de la empresa, a través de una teleconferencia que (si estás mortalmente aburrido) podés ver en su canal de YouTube.
El maestro de ceremonias fue el CEO Reed Hastings, el mismo que en febrero conquistó los corazones de los argentinos al anunciar la producción de una serie basada en El Eternauta. El tono del ejecutivo fue una clase maestra para CEOs de empresas de tecnología que prefieren no sonar como supervillanos (a vos te estoy mirando, Elon.)
Desde un dormitorio modesto (que difícilmente sea el de este millonario) y con un sweater que le quedaba medio grande, Hastings empezó hablando de la pandemia del coronavirus, de su impacto en el mundo, del honor que representa poder traer algo de entretenimiento en la cuarentena y de lo relativos que son los buenos números de la empresa en una economía en declive que obligará a la humanidad entera a ajustar sus expectativas.
En general, una buena forma de acolchonar de pudor las excelentes noticias que tenía para sus accionistas. Voy a intentar resumir esta jugosa presentación en cinco puntos clave.
Netflix sumó 16 millones de suscriptores en los últimos tres meses. Antes de la conferencia, la empresa envió una carta a los inversores en la que destacaba algunos números, entre ellos los 15,8 millones de suscriptores que se sumaron entre enero y marzo de este año. Más del doble de los 7 millones que se habían proyectado a fines de 2019.
Estos números, claro, se habían filtrado la semana pasada, provocando que el valor de mercado de Netflix supere por primera vez al de Disney. En los próximos días veremos el impacto que tuvo esta conferencia sobre las acciones de la Gran N, pero la tendencia parece ser la de mantenerse en su históricamente alto valor actual.
Hastings también dio una razón clara para no engolosinarse con estos números. El CEO piensa que los nuevos suscriptores de estos primeros seis meses del año son los que ya estaban considerando sumarse al servicio, y que por lo tanto se “adelantaron” ganancias que se iban a tener en la segunda mitad de 2020. Por eso predice que el crecimiento de los trimestres tres y cuatro será más ligero que el de 2019.
Esto no quiere decir que la empresa no sea consciente del beneficio que presentó la cuarentena. Los territorios que más crecieron fueron los más impactados por la pandemia. Mientras Estados Unidos sumó 2,3 millones (alcanzando un total en la región de 70 millones) y América Latina 2,9 (34 millones totales), fueron 3,6 millones los que se suscribieron en Asia y el Pacífico (20 millones totales), y Europa (que incluye Medio Oriente y África) superó a todos con casi 7 millones de nuevos clientes que desembocan en un total de 59 millones.
No es necesario que hagas la cuenta: Netflix tiene 183 millones de suscriptores y parece casi garantizado que el servicio terminará el año con 200. Dura competencia para los 50 que Disney+ lleva acumulados y hasta los 150 con los que HBO hoy cuenta en todas sus variantes.
El contenido más popular concentra más espectadores que nunca. Netflix siempre ha tenido series exitosas, pero el público solía estar repartido por géneros, países y nichos de interés. Los últimos tres meses demuestran que el servicio puede establecer sus propios fenómenos globales: esos programas de los que habla todo el mundo y que parecían haber desaparecido con el aumento de la oferta de contenido y el declive de la televisión de aire.
Los números de las producciones originales del canal son altísimos: Rey Tigre (Tiger King) fue visto en 64 millones de hogares durante su primer mes de lanzamiento, y ni siquiera fue el éxito más grande del período. Ese trofeo es de La Casa de Papel, que en poco más de 15 días (es estrenó el 3 de abril) lleva acumulados 65 millones de espectadores, alcanzando el top 10 en (claro) Iberoamérica, Estados Unidos, y hasta India.
El director de contenido Ted Sarandos se concentró en el éxito reciente del servicio en el área del contenido unscripted (“sin guión”) y la posibilidad de expandir este tipo de programas en otros géneros más allá de los documentales de true crime (“crimen verdadero”) como Rey Tigre, realities como El Amor es Ciego (Love is Blind) y programas de cocina como Nailed It! y Chef’s Table.
Sarandos considera que su último gran acierto fue negociar los derechos internacionales de la excelente serie documental sobre Michael Jordan El Último Baile (The Last Dance), que fue tendencia global en varios territorios (Argentina incluída.)
La lista de Top 10 diaria que se activó hace pocas semanas también resultó un experimento positivo, ya que logra que el público sepa cuáles son los programas que tiene que ver para no quedarse fuera de la conversación en social media.
Varios estudios de cine y televisión han demostrado interés por vender a Netflix productos terminados que no pueden estrenarse por falta de pantalla. Sarandos dice que no necesita ese material para llenar espacios en la programación, pero que analizará cada oportunidad de forma individual.
El director de contenidos está confiado en el éxito de la comedia romántica The Lovebirds (comprada a Paramount), el misterio juvenil Enola Holmes (Legendary Pictures) y una película coreana llamada Time to Hunt que tuvo que retrasar su estreno por problemas de derechos pero que finalmente llega al servicio este jueves. Aún así, la filosofía de Netflix de 2020 está clara: “preferimos hacer a comprar.”
Netflix tiene contenido suficiente para todo 2020 y parte de 2021. Sarandos aprovechó para destacar lo preparada que estaba Netflix para algo así, ya que el servicio desarrolla sus productos con mucha antelación con respecto al resto de la industria. Algo necesario para poder lanzar todos los episodios de una temporada al mismo tiempo, una práctica que Hastings confirma que no piensan cambiar.
Por ejemplo, la miniserie Hollywood que se estrena el 1 de mayo se terminó de grabar a principios de enero, al igual que la comedia del creador de The Office Space Force que estrena el 27 del próximo mes y Bridgerton, la primera producción para Netflix de Shonda Rhimes (Grey’s Anatomy, Scandal) que todavía no tiene fecha de estreno.
Otros estrenos del resto de 2020 como las series Ginny & Georgia, Cursed, la carísima Jupiter’s Legacy y la cuarta temporada de The Crown se grabaron a mediados de 2019 y están listas para salir. Sarandos explicó que unidades de postproducción remotas están trabajando en edición, efectos y animación desde el día uno de la cuarentena.
Todas esas series se van a estrenar de acuerdo al calendario, al igual que proyectos tan complejos como la película animada Over The Moon, del veterano de Disney Glen Keane.
Aún así, varias de las producciones más importantes del servicio están en pausa. La última temporada de Grace And Frankie fue la primera en frenar (quizás por la vulnerabilidad de sus actores octogenarios), The Witcher tuvo que detener su producción luego de que uno de los actores fuese diagnosticado con COVID-19, y Stranger Things 4 todavía no se había empezado a grabar.
A pesar de estos retrasos, el CFO Spence Neumann agrega que el impacto en la inversión planeada será mínimo. El presupuesto en nuevos contenidos para 2020 es de 15 mil millones de dólares, y aún si estas producciones no se retoman en los próximos meses, el servicio estrenará aún más originales de los que presentó en 2019.
Netflix no está considerando aumentos de precio para el futuro cercano. El valor del servicio aumentó varias veces en los últimos años, y en 2019 se vio una tasa de cancelación de clientes (o “churn” como se la conoce en el mercado) mayor a la usual. El CPO (Chief Product Officer) Greg Peters asegura que parte del crecimiento de este primer trimestre tiene que ver con clientes que habían abandonado el servicio y lo retoman.
Pero aunque ese sea el caso, Netflix no tiene planeado aumentar sus tarifas. En ese aspecto es tan vulnerable a la contracción económica mundial como cualquier otra empresa.
Es más: puede que ocurra lo contrario y que se habiliten planes más económicos en algunos lugares del mundo. En el último año Netflix empezó a probar en India y Malasia una versión limitada del servicio pensada para teléfonos celulares, con video comprimido en definición estándar y cuentas que no se pueden usar en versiones de escritorio, Smart TV, consolas o chromecast.
Esta versión mantiene la funcionalidad de descargar capítulos al celular, por lo que un usuario puede bajar sus series favoritas con Wi-Fi y verlas en cualquier momento sin gastar su plan de datos.
En marzo Netflix expandió este plan a Filipinas y Tailandia con éxito considerable (tres horas de uso diario promedio por cliente), y Peters confirma que lo probarán en otros países. Aunque no se habló específicamente de Latinoamérica, podría ser una herramienta de retención para una región que ve venir un 2020 austero.
Como referencia: en el caso de Filipinas, el plan vale la mitad del plan básico, que en Argentina cuesta 199 pesos por mes. Un Netflix de celular a 99 pesos (o su equivalente en otros países) podría ser un argumento sólido para los que se ven obligados a cortar el cable.
La prioridad de los próximos meses es la infraestructura. En ocasiones menos ominosas, la charla se hubiera centrado en los nuevos contenidos o en la posibilidad de retener a esos nuevos millones de suscriptores, pero para Hastings y su equipo no hay nada más importante que mantener los servidores de datos funcionando.
El aumento de suscriptores vino acompañado de un crecimiento de las horas promedio de visualización del servicio, y Netflix fue el primero en acceder a bajar la calidad de imagen para reducir el consumo de ancho de banda en las regiones más afectadas por el virus.
Pero mantener la infraestructura en movimiento es más que aceitar un server de vez en cuando. El CFO dedicó un momento a hablar de la importancia que tiene la salud y la economía de los empleados del servicio. Ya sabemos que Netflix está apoyando iniciativas en todo el mundo (Estados Unidos, Brasil, España, etc.) para ofrecer ayuda financiera a los técnicos, actores y creativos que se quedaron desempleados.
Esos son los cinco puntos clave: subieron los suscriptores, los productos exitosos están acumulando más público, el contenido del año está garantizado, no habrá aumentos de precio y la prioridad es la infraestructura.
El mantra de Netflix 2020, repetido hasta el hartazgo, está en agradecer un momento histórico en el que a pesar de que el mundo está de luto, las enormes ganancias no afectan la imagen de una empresa que ofrece entretenimiento, escapismo y conexiones.
Más allá de ratings, suscriptores, y ganancias, la única misión de Netflix en esta pandemia es que el contenido siga llegando con la calidad y variedad de siempre.
Corea del Sur, Islandia y Australia ya están grabando nuevas series
La semana pasada escribí sobre la lenta resignación de un planeta entero a vivir durante meses o años con un virus en el aire. Una “nueva normalidad” que va a cambiar la forma en la que nos relacionamos, consumimos, y trabajamos.
Parte de ese informe tenía que ver con la reactivación de la producción de nuevas series y películas, que según las proyecciones de Hollywood deberían seguir un estricto protocolo de seguridad e higiene. Menos de una semana después de esa publicación, la teoría se hace realidad en varios países del mundo.
En la reciente teleconferencia con inversores de Netflix, el director de contenidos Ted Sarandos explicó que no se volverán a grabar nuevas series o películas hasta poder garantizar un ambiente seguro para los empleados. Dicho esto, hay países en los que las restricciones ya están en proceso de flexibilización, y por lo tanto ya se ha regresado a trabajar.
Los dos ejemplos que dio Sarandos fueron países que han resultado precursores en su reacción a la pandemia: Corea del Sur e Islandia, que controlaron los brotes con una mezcla de testeo temprano, rastreo de contactos, y cuarentena localizada. Estas naciones serán las primeros en demostrar cómo se puede producir cine y televisión en un ambiente lo más seguro posible.
Aunque Sarandos no quiso profundizar sobre los procesos específicos que se están llevando a cabo en estos países, una de las más grandes productoras del mundo anunció el regreso a las grabaciones en Australia, con medidas que parecen aún más estrictas de las que se están considerando en California.
Fremantle, usina de éxitos internacionales como El Precio Justo, American Idol y El Muro Infernal, produce Neighbours (Vecinos), una telenovela australiana estrenada en 1985, en la que debutaron actrices como Margot Robbie, y que va por el capítulo 8.344 (es en serio). A mediados de marzo había detenido sus grabaciones por una semana que se terminó convirtiendo en un largo mes.
Este martes, Australia relajó las medidas de aislamiento y Fremantle tomó la decisión de volver a trabajar, consensuada con técnicos, actores y profesionales de la salud. Las regulaciones son las mismas que se prevén en el resto del mundo, pero con un sistema adicional que podría ser decisivo para mantener las producciones en marcha pase lo que pase.
Para empezar, el espacio de estudio se dividirá en cuadrantes y el equipo de producción se separa en tres grupos. Cada grupo sólo puede ocupar el cuadrante asignado y utilizar uno adicional como cuadrante de tránsito.
Si uno de los técnicos contrae el virus, entonces, sólo se pondrá en cuarentena el grupo del que formaba parte, permitiendo que la producción pueda seguir trabajando.
Pero las restricciones más duras son para los actores. Está prohibido el contacto físico entre personajes, incluyendo besos, escenas de sexo y hasta contacto de manos. Los guiones serán reescritos para reflejar esas limitaciones.
Los hombres no usarán maquillaje, y las mujeres no podrán recibir retoques en el suyo, mientras que se usarán perspectivas forzadas de cámara para simular cercanía manteniendo el distanciamiento social.
Cada set tendrá una enfermera que tome la temperatura de cada persona que visite la zona, y no se permitirá la participación de extras. En caso de que se necesite gente para completar una escena, los propios miembros de la producción aceptan colaborar cubriendo ese rol. Una decisión que seguramente cause (justa) controversia entre los gremios de los países en los que este método se quiera implementar.
Las reglas de trabajo son rígidas, pero también ingeniosas. En caso de ser efectivas podrían aplicarse en otros países del mundo, ya que Fremantle está presente en varias regiones. Argentina, entre ellas.
Hoy cerramos con el segundo tráiler de la miniserie de HBO I Know This Much is True, adaptación de la novela de Wally Lamb protagonizada por Mark Ruffalo como Dominick Birdsey y Mark Ruffalo como su hermano gemelo Thomas.
Si el tono de angustia contenida acentuada por violentos exabruptos te trae recuerdos, es porque todos los capítulos fueron escritos y dirigidos por Derek Cianfrance, de Blue Valentine y The Place Beyond The Pines, dos pelis tan buenas como insoportablemente intensas.