Warner, Universal y Disney se rebelan contra las salas de cine
Los estudios lanzan películas antes de tiempo y la ficción de televisión entra en crisis. Además, un nuevo servicio y una carta demoledora.
Cuando los libros de historia del cine y la televisión hablen de este año de pandemia, el foco no estará en las anécdotas del día a día, sino en la forma en la que el virus expuso lo rotas que estaban las estructuras de la industria y lo frágiles que resultaron ser. Y de cómo romperlas fue como arrancar una curita.
A lo largo de un lunes nefasto para la industria, en el que se cancelaron grabaciones y filmaciones desde Vancouver hasta Sudáfrica, los grandes estudios tomaron decisiones sobre su contenido de las que no parece haber vuelta atrás.
Hoy toca hablar de series que van a tener temporadas inconclusas y de películas que vamos a poder ver antes de tiempo. Y del posible fin de las barreras que existen para proteger industrias en (nos guste o no) decadencia.
Además: coronavirus en The Witcher, detalles sobre el lanzamiento en América Latina de un servicio fascinante, y un par de estrenos que HBO barrió bajo la alfombra.
Universal, Disney y Warner rompen la ventana
El lunes 16 fue un día histórico para la industria del cine norteamericano. AMC y Regal, las dos cadenas de salas de cine más grandes del país, anunciaron el cierre de sus complejos durante el futuro cercano. AMC por un mínimo de seis semanas, Regal por tiempo indeterminado. Nunca una alerta sanitaria o de seguridad había provocado un cese de actividades tan drástico.
Pero se veía venir. Aún con medidas de seguridad laxas, el fin de semana pasado fue el peor en décadas para la industria en términos de recaudación, y estrenos prometedores como la adaptación del cómic Bloodshot estuvieron muy por debajo de su potencial comercial.
Los estudios estaban perdiendo dinero con sus estrenos y la presión sobre las salas para tomar una decisión era enorme. Aún antes de que se anuncie el cierre de los cines, el estudio Universal había confirmado que lanzaría varios de sus estrenos actuales (La Cacería, Emma, El Hombre Invisible y Trolls 2) como alquileres en servicios de video a la carta, empezando este mismo viernes.
Con la excepción de algunos experimentos de lanzamiento simultáneo (me viene a la mente Bubble de Steven Soderbergh), la medida de Universal no tiene casi precedentes. A pesar de que el precio es caro (¡20 dólares por 48 horas, cuando el promedio en Estados Unidos en iTunes es de 4 dólares!) y las circunstancias son lamentables, el consumidor de streaming viene pidiendo hace tiempo (para bien o para mal) la posibilidad de ver los estrenos en su casa. No existen limitaciones técnicas, y si los estudios no lo hacen es simplemente para proteger a una industria aliada y maximizar la inversión.
¿Pero hasta qué punto conviene a los estudios seguir defendiendo la exclusividad de las salas de cine? ¿cuánto están perdiendo al obligar al espectador a ver sus productos más importantes a través de un sistema que no controlan? ¿por qué hacer mil campañas de marketing, una en el estreno en cines, otra para video hogareño, una tercera para streaming…?
En la noche del lunes, luego de los anuncios de Universal, AMC y Regal, Warner publicó su propia gacetilla, confirmando que también se adelanta el lanzamiento en video on demand de Aves de Presa al martes 24 de marzo, siete semanas de su lanzamiento en cines ( Bastante menos que las 12-14 semanas que suele haber para estrenos de Warner). A diferencia de los lanzamientos de Universal, la película saldrá a la venta por 20 dólares en formato digital, y en abril estará disponible para alquilar al precio normal de 4 dólares.
Lo interesante es que esta decisión no se puede justificar por el coronavirus. Aves de Presa seguía en cines cuando AMC y Regal anunciaron los cierres, pero solamente en algunas funciones en unas mil salas chiquitas en las que el fin de semana pasado no llegó a los 200 dólares de recaudación promedio. Para Warner este lanzamiento acelerado no es más que una forma de amortizar la decepción comercial que fue la película.
O mejor dicho, si Warner adelantó el lanzamiento digital de Aves de Presa es por una sola razón: porque puede.
Las ventanas se están reduciendo, quieran o no los dueños de las salas, y el coronavirus no es más que una oportunidad para que los estudios pongan en práctica lo que vienen queriendo hacer hace tiempo, y no termina acá. Porque el “video on demand” o cine a la carta tampoco es una solución, ya que aquí los estudios también dependen de socios que no controlan (proveedores de cable o servicios como Amazon, iTunes y Google Play). Es un mercado aún más pequeño que el de DVD/Blu-ray, y en los últimos años fue opacado por la comodidad de pagar una suscripción base por un servicio de streaming.
En el caso de Universal la decisión de lanzar sus películas a través de este sistema tiene sentido, ya que el estudio es propiedad de Comcast, el proveedor de cable e Internet más grande del país ¿pero qué va a pasar durante los próximos meses cuando cada estudio tenga su propio servicio de streaming listo para captar suscripciones?
El lanzamiento sorpresivo de Frozen 2 en Disney+, tres meses después de su estreno en cine, es un anticipo del final de esta partida. Las películas son mucho más valiosas para sus estudios cuando el 100% de la recaudación llega a sus bolsillos. Netflix demostró que los grandes estrenos de cine son anzuelos que atraen suscriptores. Te anotás por El Irlandés. Te quedás por Rebelde Way.
¿Qué va a pasar, entonces, con el cine como lo conocemos? En sus 125 años de historia, la industria de la exhibición demostró ser bastante resistente. La televisión no la mató, el VHS no la mató, los DVDs piratas no la mataron y el streaming no la va a matar. Es una actividad social tradicional y, al menos en comparación a otros espectáculos, barata. La gente va a seguir yendo al cine, al menos, a ver los eventos 15 o 30 días antes de su estreno en streaming. La nueva de Marvel y la nueva de Tarantino no tienen de qué preocuparse. Todo lo que está en el medio debería estar temblando.
Disney, Warner y Universal son los tres estudios más grandes de Hollywood. En 2019 sus estrenos combinados representaron casi el 70% de la taquilla cinematográfica y por eso se pueden dar el lujo de, en tres días, redefinir las ventanas de lanzamiento que existían hace décadas. El coronavirus va a pasar. Estos cambios, no.
Supernatural, y las series que no van a volver
Después de 15 años, Supernatural se acerca a su gran final. Pero podríamos tener que esperar hasta 2021 para verlo. O quizás no lo veamos nunca, al menos en su forma original.
La serie del canal CW que en América Latina se ve a través de canales de cable y en streaming por Amazon Prime Video detuvo su producción el viernes pasado con solo dos capítulos por filmar de los 20 que se planearon para la última temporada. Y aunque la proyección del equipo era grabar esos capítulos finales a lo largo de dos o tres semanas más, el estudio no sabe cuándo se podrá retomar la producción. O sí se podrá retomar.
Son varias las series que están teniendo estos problemas, y según el periodista especializado Josef Adalian de Vulture, los ejecutivos de los canales asumen que todas estas temporadas quedarán inconclusas. Al fin y al cabo, la temporada de televisión termina oficialmente en mayo, y con ella los contratos, que se renuevan en caso de que las series continúen. Pero Supernatural es otro tema, porque es una serie ya cancelada, y los contratos de productores, técnicos y actores no pueden renovarse.
Es más, en el momento en que la industria televisiva se reactive, Jared Padalecki (coprotagonista de la serie) tiene que empezar a grabar uno de los grandes estrenos de CW para la segunda mitad del año: la remake de Walker, Ranger de Texas que financia CBS Television.
¿Querrá este estudio prestar a Padalecki a su competencia Warner durante semanas para que grabe los últimos Supernatural? el que recuerde el bigote mágico de Henry Cavill en Liga de la Justicia sabrá que los estudios hacen lo imposible para no soltar a los actores con los que tienen un contrato exclusivo.
Los tiempos de la industria de televisión de aire no están preparados para una disrupción así. La temporada de estos canales empieza en septiembre-octubre y termina en mayo, con una pausa entre diciembre y enero. Ese calendario obliga a producir una gran cantidad de capítulos (los 20-25 capítulos usuales para estas series) en un cronograma en el que no se puede perder un segundo. Es una estructura generada a conveniencia de los canales pero que afectan la calidad del producto final. Por eso es que es tan raro ver una serie de aire nominada a los premios Emmy.
Esta no es la primera vez que la industria de la televisión tienen que terminar una temporada antes de tiempo. La huelga de guionistas de 2007 hizo, por ejemplo, que Breaking Bad tuviese una extraña primera temporada de 7 capítulos, que la segunda de Heroes termine de golpe y que series como House, Lost y Scrubs tengan historias truncadas.
El problema adicional de estas pausas por coronavirus es que estamos en plena “pilot season”, la etapa en la que nuevas producciones destinadas a canales de aire graban sus (tentativos) primeros capítulos para que los ejecutivos evalúen si tendrán un lugar en su programación en la segunda mitad del año. Quedan en el limbo proyectos de alto perfil como Clarice (precuela de El Silencio de los Inocentes), Langdon (secuela de El Código Da Vinci) y la serie basada en la peli de vampiros The Lost Boys.
Ah, y hay otro problemita en el horizonte: una nueva huelga con la que el gremio de guionistas amenaza hace rato, ya que están peleando reformas en sus contratos hace años y seguramente tengan exigencias adicionales luego de los meses de incertidumbre que va a traer la pandemia. La teoría de Nellie Andreeva de Deadline es que se acelera lo que se ve venir hace tiempo: el final de la ficción en la televisión de aire.
Porque nada de esto estresa mucho a los canales. Los pilotos pueden ir y venir. Las series pueden quedar inconclusas. Hace una década que la ficción está lejos de liderar los ratings, dominados por realities, programas de concursos, deportes, y por supuesto los noticieros que en estos días están en el tope del podio.
¿Y qué pasa con Supernatural? Irónicamente, puede ser que el streaming salve a esta serie emblemática de la televisión abierta. Mientras que la serie nunca fue de las más vistas del canal CW, Supernatural generó un “fandom” rabioso que ve una y otra vez cada episodio, recluta nuevos seguidores y que no va a pensarlo dos veces a la hora de pagar una suscripción a HBO Max, el servicio de Warner en el que eventualmente se podrá ver la serie hasta el fin de los tiempos. Pero un final poco satisfactorio para los fans (ver: Game of Thrones) devalúa los (en este caso) 300 anteriores.
Si este parate de producción se extiende y la temporada final queda efectivamente inconclusa, no dudo que Warner va a hacer lo que sea para cerrarla. Aunque tenga que esperar un año y darle forma de película.
CORTITAS: Más Witcher, PlutoTV, HBO ponete las pilas
Durante el fin de semana me llegaron una serie de reportes confusos sobre la producción de la segunda temporada de The Witcher. La serie se está filmando en Inglaterra, que hasta la semana pasada tenía medidas mucho menos estrictas que las de el resto de Europa, así que técnicamente no era necesario cancelar la grabación. El viernes corrieron rumores de que sería cancelada, el sábado se desmintió, y el mismo día, de repente, Netflix lo confirmó y envió a todos los actores a sus casas.
Hoy el misterio se complica, porque el actor Kristofer Hivju (Tormund de Game of Thrones), que interpretaría a Nivellen en un capítulo de la serie, confirmó ayer su diagnóstico positivo de coronavirus. Netflix publicó un comunicado en el que asegura que la producción se había pausado antes de confirmar el diagnóstico, pero que haría una limpieza profunda de los estudios antes de volver a trabajar. Pero eso será cuando el resto del elenco y la producción salga de la cuarentena autoimpuesta por haber estado en contacto con un infectado.
Parece que el lanzamiento en América Latina de PlutoTV sigue confirmado para fines de este mes. El grupo ViacomCBS, dueños de este servicio, comunicó el viernes pasado que habían cerrado tratos con 55 proveedores de contenido distintos, incluyendo a las productoras de realities y ficción Endemol Shine, Fremantle y Hearst. Además, claro, de marcas que son parte del grupo como MTV, Nickelodeon y Paramount.
PlutoTV es un servicio de streaming gratuito, con publicidad, y en su lanzamiento tendrá una selección amplia de series y películas a la carta y 24 “canales” de 24 horas de contenido constante. Inicialmente estará disponible en 17 países (incluyendo Argentina, México y Chile) y a fin de año se expandirá a Brasil.
Ayer HBO estrenó en simultáneo con el resto del mundo dos productos de muy alto nivel, con (a mi entender) muy poca publicidad. The Plot Against America es una miniserie que adapta de la novela de Philip Roth, de los creadores de The Wire, y en el primer capítulo se puede destacar la excelente ambientación de época y una Winona Ryder luminosa.
La Amiga Estupenda: Un Mal Nombre adapta la segunda entrega de este fenómeno literario de Elena Ferrante. La primera había sido muy buena, pero esta es todavía mejor. Más delicada y a la vez más intensa. Dos de los episodios están dirigidos por Alice Rohrwacher, sin duda la directora italiana más estimulante de la última década (¿no me creen? Vean Lazzaro Feliz en Netflix.)
Ni HBO ni Netflix están soltando tráilers divertidos, así que vamos con otro de Apple TV+. Central Park es la nueva serie animada de los creadores de Bob’s Burgers, la protagonista es Kristen Bell, la quiero ver ya.
Ah y pluto tv cada vez me interesa mas y si con un vpn se podrá ver lo de usa uff
Terrible fichi cada vez mas interesante estas notas, supernatural tiene que terminar che media pila, voy por la temporada 13 creo, hace meses que la largue pero la voy a retomar en algún momento, la veo de a dos o tres temporadas. Siempre me cansa, descanso y vuelvo. Lo de las peliculas en el cine me parece que por ahí a ciertos directores le puede ser apetecible que venga netflix con una valija llena de dinero y presupuestos enormes y sin tanta exigencias de duración, no me parece terrible, habrá que acostumbrase, siempre habrá tanques en los cines, pero como decís sera una nueva modalidad. Hace rato que Netflix estrena pelis exclusivas cada vez de mas alto perfil, ya paso la de brad pitt, sandra bullock , Adam Sandler, will smith ,etc. La de Scorsese me parece que marco un antes y después, que alguien asi haya elegido un servicio de streaming es un cambio total. abrazo.