El efecto Netflix: You, Black Mirror y Community son éxitos después de la cancelación
Dramas y comedias que fueron fracasos en su estreno resucitan en el streaming. Además, una semana cargada de estrenos y más sobre The Great con Fanning y Hoult.
Para entender las decisiones de Netflix, Amazon y HBO, hay que conocer las diferencias esenciales entre el modelo económico del streaming y el de la televisión tradicional.
Para los canales de aire y cable, no hay nada más importante que el rating y la publicidad que se puede vender durante la hora precisa en que tu programa favorito va a mantener tu atención. Para los servicios de streaming, el objetivo es atraer nuevos suscriptores y (aún más importante), que esos suscriptores se queden.
La tele de aire quiere que te entretengas, el streaming necesita que ames lo que estás viendo, porque para Netflix valés lo mismo si ves 5 horas por mes que si ves 50.
Hoy voy a usar el caso reciente de Community, y algunos históricos desde You hasta La Casa de Papel para demostrar por qué series que no pegaron en televisión tradicional se vuelven fenómenos en Netflix (y otros servicios).
ADEMÁS: el trailer definitivo de The Great de Hulu, y una cantidad francamente ofensiva de estrenos.

¿Cómo sabe Netflix qué series rescatar?
El 22 de septiembre de 2013, Breaking Bad recibió el Emmy a mejor serie dramática que se merecía hace rato. La noche no había ido bien para los actores de la serie de Vince Gilligan (con la excepción de Anna Gunn que se llevó su premio a actriz secundaria), y Breaking Bad no parecía tener muchas chances contra la eterna ganadora Mad Men, la poderosa Game of Thrones y la primera temporada de House of Cards, favorita absoluta gracias a la millonaria campaña que Netflix había hecho por su histórica nominación.
Pero a pesar de que al recibir el premio Gilligan agradeció a Sony (productora de la serie) y a AMC (el canal en el que se transmite en Estados Unidos), en una entrevista posterior reconoció lo que no podía admitir en el escenario:
“Netflix nos mantuvo en el aire. No sólo consiguió que estemos acá recibiendo el Emmy, sino que no creo que sin ellos la serie hubiese pasado de la segunda temporada. La televisión cambió mucho en los seis años desde que se estrenó Breaking Bad, y aunque no soy un experto en los elementos sociológicos, los servicios de streaming son una gran parte de eso.”
Los ratings de las primeras temporadas de Breaking Bad en AMC habían sido bajísimos (alrededor de un millón de espectadores por episodio), y como la tendencia suele ser a la baja, el peligro de cancelación era real. Pero en 2009 fue una de las primeras series nueva en sumarse al catálogo de Netflix, y al inicio de la tercera temporada el público creció en unos 500.000 espectadores, convenciendo al canal y a Sony de que tenían algo valioso entre manos.
La apuesta rindió frutos. Breaking Bad nunca dejó de crecer y el capítulo final fue visto en vivo por más de 10 millones de personas.
Gilligan acredita el eventual éxito a algo que podemos llamar el “efecto Netflix”. Si viste Breaking Bad, seguramente fue porque algún evangelista de la serie te dijo que que te iba a cambiar la vida. Recomendaciones que no servían de nada en una época en la que no había forma de ver una temporada entera en el momento que quisieras.

Breaking Bad sólo fue la primera beneficiaria de ese efecto. En 2018 el productor Greg Berlanti hubiese matado por ese millón de espectadores. Su nueva serie You se había estrenado en el ignoto canal Lifetime con un promedio de rating de menos de 650.000 televidentes. Al final de la primera temporada estaba claro que sería la última, y Lifetime decidió cancelarla pocos días después de la emisión de su último capítulo.
Pero en diciembre, meses después de su estreno, la serie empezó a generar tracción en redes sociales. Recomendaciones, memes, reacciones a capítulos. Lo que en estos medios se llama “engagement”, y que vale oro para un canal, porque no hay forma de generarlo artificialmente con publicidad o marketing.
Lifetime era un canal tan chico, que el público de Netflix tomó a You como un nuevo original del servicio (es más, en nuestra región directamente se promocionó así). La serie de Berlanti fue un descubrimiento en una época de poquísimos estrenos, un hallazgo que sí o sí tenías que recomendar a tus amigos.
Para enero esa primera temporada de You había acumulado 40 millones de espectadores. Netflix la renovó de inmediato para una segunda (esta vez como una verdadera producción original del canal), que se estrenó en todo el mundo en diciembre del año pasado. Algún ejecutivo de Lifetime perdió el trabajo.

Algo parecido pasó en Inglaterra con Black Mirror. La antología de ciencia ficción del productor y guionista Charlie Brooker fue un éxito modesto cuando Channel 4 la estrenó en diciembre de 2011, pero para la segunda temporada, en 2013, el canal estaba harto del tiempo que tomaba producir cada capítulo y los presupuestos más cercanos a los de una película.
En la fiesta de navidad de 2014 del canal, los directivos de dieron a Brooker la mala noticia de que no iban a ordenar más capítulos de Black Mirror. El productor estaba desolado, pero Channel 4 tenía una gran propuesta para él: podía escribir un capítulo de Electric Dreams, la antología de ciencia ficción que estaban preparando junto a Bryan Cranston con la esperanza de venderla a Estados Unidos. Brooker cuenta en el libro Inside Black Mirror que cuando salió de esa reunión no tuvo otra que poner cara de piedra y brindar con los mismos tipos que acababan de matar a su serie.
Más o menos al mismo tiempo, Netflix adquirió las dos temporadas de la serie. El programa especial de esa misma navidad en la que Channel 4 canceló la serie, protagonizado por Jon Hamm (Mad Men) fue un suceso inmediato. Netflix quería más capítulos, y a pesar de que esta plataforma tiene una buena relación de trabajo con Channel 4, los ejecutivos, más interesados en su nueva serie, dieron vueltas durante meses.
Brooker no tuvo más opción que romper su relación con el canal y ofrecer la serie directamente a Netflix, logrando una seguidilla de éxitos que aún hoy continúa, con una sexta temporada ya completa que se estrena a mediados de este año.
(Y por si te lo preguntás, Electric Dreams fue un carísimo fracaso, se canceló después de su primera temporada y hoy podés sufrirla en Amazon Prime Video.)
Estos éxitos no son casualidades, ni el olfato de un (seguramente excelente) equipo de adquisiciones. Netflix conoce los gustos de cada uno de sus 183 millones de suscriptores. Sabe lo que elegimos ver, cuánto tiempo lo vemos, cuándo nos aburrimos, cuándo volvemos a ver la misma temporada una y otra vez. Y toma decisiones basándose en esos datos.

Por eso, por ejemplo, Netflix sabía antes que nadie que La Casa de Papel iba a ser un fenómeno.
La serie de Álex Pina para el canal Antena 3 de España se había estrenado con una importante campaña de marketing en su país de origen, y el primer capítulo fue visto por 4 millones de personas.
Pero al final de esa primera temporada, el rating había caído un 46% y la cantidad de espectadores apenas alcanzaba los dos millones, lo que significaba que esta serie sería miniserie, y la prensa local tomaba como preocupante falta de interés en una propuesta temáticamente innovadora.
Ningún latinoamericano necesita que le cuente que La Casa de Papel se volvió un fenómeno global en streaming, Netflix la renovó como exclusividad, y su cuarta temporada acumuló 65 millones de espectadores en todo el mundo en menos de 20 días. Con esta apropiación, Netflix logró la misma “trampa” que con You: que el público masivo la identifique como una producción original del servicio.
Este año, con Toy Boy (otro fracaso en España), el servicio de streaming confirmó que puede replicar este éxito, pero hay infinitos ejemplos de este “efecto Netflix”. Las series canceladas por otros canales que se vuelven fenómenos como The Killing, Arrested Development o Lucifer. Películas que no vio nadie en su país de origen como El Hoyo, que se terminan haciendo virales. Series olvidadas, como la argentina Rebelde Way, que se vuelven tendencia 20 años después.

El 1 de abril Netflix “estrenó” Community, una sitcom cancelada hace años que nunca levantó sus bajos ratings, jamás fue nominada a premios importantes, pero que tiene cualidades que el canal que acaba de perder Friends valora: muchos capítulos, actores conocidos, y un público pequeño pero fervoroso que ama recomendar la serie en redes sociales.
Netflix todavía no reporta ratings de Community, pero hay señales que indican que la serie está cobrando la relevancia cultural que nunca tuvo.
Además de estar bien posicionada en el top 10 interno del servicio, subió del puesto 400 al octavo en los rankings de popularidad de la base de datos IMDb en solo quince días. Durante este mes también se publicaron incontables artículos nostálgicos recordando los mejores capítulos en algunos de los sitios de mayor tráfico de Estados Unidos y el mundo. En Google Trends, el término “Community” tuvo un violento salto de popularidad.

En términos de marca, Community es el producto perfecto para Netflix. Su protagonista Joel McHale tuvo su propio talk show en el servicio y fue el conductor del improvisado octavo episodio de su éxito actual Rey Tigre. Alison Brie (Annie en Community) es la estrella de la producción original de Netflix Glow, mientras que Gillian Jacobs (Britta) tiene en el catálogo del servicio tres temporadas de la extraña, fascinante comedia romántica original Love.
Pero no hay veteranos de Community más exitosos que los hermanos Russo. Los directores de Avengers: Endgame hicieron su nombre como cotizados realizadores de televisión, y son los responsables del inventivo trabajo de cámaras de esta sitcom.
En una entrevista relacionada con su producción Misión de Rescate (peli que, casualmente, Netflix estrena hoy) los Russo dijeron que estarían dispuestos a cerrar la historia de Community con una película producida por ellos mismos. Para Netflix, claro.
Community es una apuesta a largo plazo para un canal que no ha tenido mucha suerte a la hora de crear una sitcom persistente a pesar de intentos nobles como Unbreakable Kimmy Schmidt, Santa Clarita Diet o One Day at a Time. Un experimento que, en caso de funcionar, permitiría al servicio de streaming crear “mini-Friends” donde nunca los hubo.
Hay decenas de sitcoms de más de 100 capítulos como New Girl, Becker o My Name is Earl: amadas, olvidadas, listas para ser rescatadas. Y para los cultos creados alrededor de estas comedias, cada adquisición se siente como justicia.
Pero lo que hace Netflix se parece más a la alquimia. Convertir comedias de culto en éxitos populares décadas después de que salieron del aire es un proceso que no tiene precedentes en el medio. Pero cuando ya cambiaste el futuro de la televisión, ¿por qué no cambiar el pasado?

Estrenos de la semana
Empecé esta semana remarcando el delirio que parecía estrenar siete series de primera línea entre el lunes y el martes. Pero viendo el nivel de inversión de los estrenos de jueves y viernes, queda clarísimo por qué productos más modestos prefirieron salir del paso.
Repasemos. Entre lunes y martes se estrenaron The Midnight Gospel, Nicky Jam el Ganador, El Último Baile, El Rey: Eterno Monarca, Middleditch & Schwartz (Netflix), Dummy (Quibi) y Ana (Amazon Prime Video). Podés leer sobre todas estas en la entrega del lunes de CortaCable.
Pero los estrenos no frenaron ahí. Entre miércoles y jueves Netflix estrenó el reality Se Busca Heredero (Win the Wilderness), el animé Ghost in the Shell Stand Alone Complex 2045, la serie educativa sobre ciencia Planeta Absurdo y la tercera (y última) temporada de La Casa de las Flores.
También hubo películas entre los estrenos. El excelente largometraje animado Los Hermanos Willoughby, la española El Silencio del Pantano (que como todo producto de ese país, de inmediato subió al top 10), el thriller polaco de asesinos seriales Las Plagas de Breslavia y el documental LGBT Circus of Books, estas dos últimas con muy buenas críticas de la prensa especializada.
Y así llegamos al viernes, día “oficial” de estrenos, en una semana en la que (por fin) los otros servicios se despiertan y ofrecen alternativas de lo más interesantes.

Apple TV+ (disponible en todo el mundo a 5 dólares por mes) presenta su producto insignia para esta primera mitad del año: la miniserie de misterio Defending Jacob, en la que Chris “Capitán América” Evans interpreta a un abogado estrella que debe defender a su propio hijo adolescente de una acusación de asesinato. Dirige Morten Tyldum (Código Enigma). Hoy se estrenan los primeros tres capítulos y el resto se darán durante las próximas cinco semanas.
No es el único estreno del canal de la manzanita, que también presenta el documental The Beastie Boys Story, dirigido por Spike Jonze (Quieres ser John Malkovich, El Ladrón de Orquídeas) y que rompe un poco con el desgastado formato del rockumental al tener a los dos miembros sobrevivientes del grupo contando su historia en vivo en un teatro repleto.
Prime Video, por su parte, estrena casi por sorpresa un documental/concierto de Jonas Brothers llamado Happiness Continues (La Felicidad Continúa). Ah, y durante la semana este mismo servicio también soltó la primera temporada de la simpática serie de terror NOS4A2.
HBO no tiene series nuevas, pero el sábado a la noche estrena una película que va a dar que hablar. Bad Education es una comedia negra sobre malversación de fondos de una escuela pública y fue uno de los éxitos del Festival de Toronto del año pasado, al nivel de que se habló de una posible nominación al Oscar para su protagonista Hugh Jackman... que ahora peleará por un Emmy en lo que parece ser el mejor telefilm en un año el el que muchos estrenos de cine pasarán a la pantalla chica.

Y cerremos con, una vez más, Netflix, que en su teleconferencia del martes dejó claro que no piensa espaciar su contenido para que le dure más tiempo, y hoy estrena series originales, nuevas temporadas y una película de acción que recibió sorprendentes buenas críticas.
Esa película es Misión de Rescate (Extraction), con Chris “Thor” Hemsworth, una producción de los hermanos Russo (Avengers) sobre un mercenario que se infiltra en Bangladesh para rescatar al hijo de un narcotraficante hindú.
La peli está basada en un guión que los hermanos quieren filmar hace rato, pero el director es el coordinador de dobles de riesgo Sam Hargrave, que hace su debut en el largometraje con lo que parece ser una película correcta construida alrededor de un espectacular plano secuencia que dura varios minutos. Hargrave, casualmente, diseñó una escena similar en Atómica, también dirigida por un ex doble de riesgo (David Leitch.)
La comedia After Life de Ricky Gervais fue uno de los éxitos de Netflix de 2019, a pesar de que el servicio le endilgó el horroroso título en castellano “Más Allá de mi Mujer”. Fue una mala idea en esa primera temporada, y en la segunda no tiene sentido, ya que explorará donde está parado el personaje tiempo después de esa tragedia. La original no era una obra maestra, pero era perfecta para los que (como yo) prefieren a Gervais con dos cucharaditas de azúcar.
No puede pasar una semana sin que Netflix estrene un drama teen y Amor 101 es la propuesta más reciente, una producción turca ambientada en los ‘90 en la que un grupo de estudiantes rebeldes tratan de quitarse de encima a un profesor que no les cae bien. En Turquía causó controversia porque un personaje quizás sea gay (no es muy difícil generar polémica en este país, parece.)
Hay un público que ama la producción reprimida y patriarcal de Turquía, así que esto parece ideal para los que quieren Sex Education sin el Sex o The End of the Fucking World con menos Fucking.
El domingo llega En Pocas Palabras: Coronavirus, una miniserie sobre la pandemia del equipo responsable de esta brillante serie de documentales que quizás conozcas por su título en inglés Explained. Los que venimos escuchando hace meses el podcast Today, Explained (también parte del multimedios Vox) sabemos que la calidad de investigación y desarrollo de la información no tiene igual. Imperdible.
Finalmente, en la sección “no son técnicamente streaming pero tienen sus servicios así que ma sí, los voy a poner igual” tenemos el estreno de Penny Dreadful: City of Angels en Showtime, que sólo comparte con la serie anterior el tono entre sobrenatural y erótico. La protagonista de esta nueva encarnación es Natalie Dormer (Margaery de Game of Thrones) que en cada episodio interpreta a un personaje distinto.
Y los que tengan acceso a Starz no se pueden perder la temporada final de Vida, a mi parecer la serie que mejor transmite la experiencia latinx moderna en Estados Unidos. Temporadas cortitas, capítulos concisos, con dos actrices talentosísimas en su centro y un equilibrio perfecto entre realismo HBO y melodrama de telenovela. Lo más parecido que tenemos a una serie de Love & Rockets.
El tráiler de hoy es de Hulu, que está teniendo el mejor año de su historia con maravillas como Mrs. America, Devs, Little Fires Everywhere, High Fidelity y la inminente Normal People.
The Great es una miniserie sobre Catalina la Grande con Elle Fanning y Nicholas Hoult, muy en el estilo de La Favorita (peli con la que comparte guionista). Este tráiler definitivo subraya la comedia, la intriga, y lo mucho que se está divirtiendo Hoult con su personaje detestable. Estrena el 15 de mayo.
Genial la "entrega" la de hoy :)
Como extraño la serie Love! Igual me gustó que no se excedan con las temporadas.