El misterio de The Crown: ¿final planeado o cancelación?
Además, el efecto del pánico por el coronavirus en el cronograma de estrenos de 2020 y las películas que podrían pasar a servicios de streaming.
A fines de 2014 Netflix anunció la que en el momento era su serie más ambiciosa: The Crown, que contaría a lo largo de seis temporadas la vida de la Reina Isabel II y, por lo tanto, casi un siglo de historia de Inglaterra.
Cinco años después, con solo tres temporadas estrenadas, Netflix anunció que por cuestiones creativas The Crown terminaría en la quinta.
Pero de a poco nos enteramos que hay otra historia detrás del final de la serie más prestigiosa de Netflix, que revela la velocidad con la que puede cambiar el mercado del streaming.
ADEMÁS: Más plata para Quibi, más suscriptores para BritBox, más contenido para Disney+, y el pánico por el Coronavirus le arruina el martini a James Bond pero podría beneficiar a Netflix, Amazon y hasta a Peacock.

The Crown podría tener vida más allá de Netflix
El comunicado de Peter Morgan de enero de este año fue escueto pero clarísimo. El creador de The Crown aprovechó el anuncio de que Imelda Staunton sería la tercera actriz en interpretar a la reina Isabel II para confirmar que la serie terminaría en cinco temporadas en vez de las seis que habían prometido en 2014. Según Morgan, “era el momento correcto para terminar la serie”. Según yo (en la lengua de Su Majestad): “bullshit”.
Andy Harries, CEO de la empresa Left Bank, que coproduce la serie, declaró ayer en un festival canadiense que los derechos de The Crown pertenecen a su compañía y que tranquilamente podría continuar en otra pantalla. Lo que pone en duda las declaraciones de Morgan y hace pensar que el final de The Crown no será su cierre natural y planeado sino una cancelación impiadosa más de Netflix.
The Crown se anunció a fines de 2014, cuando Netflix tenía pocos programas al aire y cada uno de ellos era una coproducción: el canal no es dueño absoluto de The Crown, ni de House of Cards, Orange is the New Black o Bojack Horseman. Esta serie inglesa costaría más de 100 millones de dólares por temporada, un presupuesto que es alto para Estados Unidos y casi imposible de imaginar para un país en el que las series más caras no superan los 2 millones por episodio.
Y eso es porque The Crown no era solamente una serie, sino la punta de lanza para la expansión internacional de Netflix. Era una forma de decirle al público británico que el servicio de streaming llegaba para quedarse y que entendía las necesidades de esta audiencia. Un poco como lo que buscan hacer acá con El Eternauta.
Dos años después, en noviembre de 2016, el plan daba frutos. The Crown tuvo una premiere tipo Hollywood en Leicester Square, fue aclamada por la crítica, hizo de Claire Foy una estrella y tuvo el efecto deseado en la cantidad de suscripciones. Para enero de 2018 Netflix tenía 7,5 millones de clientes en el Reino Unido.

Pero la segunda temporada fue recibida con frialdad, y la tercera - que salta décadas en el tiempo y cambia a Foy por la ganadora del Oscar Olivia Colman - fue prácticamente ignorada.
La tercera de The Crown se estrenó el 17 de noviembre de 2019, con una promoción que hasta permitía ver el primer episodio en forma gratuita, pero cuando Netflix publicó su lista de series más vistas de 2019, esta producción estaba lejos del top 10. Aún cuando otras series inglesas de presupuesto mucho menor (After Life, Sex Education, Top Boy) alcanzaban los primeros puestos.
En sus primeros años de producción original, Netflix tenía la fama de renovar cualquier cosa para una segunda y hasta una tercera temporada (¿Hemlock Grove? ¿Love? ¿Bloodline?). Alrededor de 2018 instauró una política de cancelar series a las dos o tres temporadas, punto en el que el servicio considera que tiene un producto completo. Y las series más vulnerables a la cancelación fueron, claro, las primeras. Las más largas, las más caras y las que no son propiedad de la compañía.
Una de las que cayó en esa volteada fue Bojack Horseman, estrenada en 2014. Cuando se anunció su final en septiembre de 2019 la sensación fue la de una decisión creativa conjunta, tomada para no arruinar una gran serie. Pero un mes después su creador Raphael Bob-Waksberg confesó que aunque su idea era seguir un par de años más, Netflix prefirió cancelar. Quizás por eso es que los últimos capítulos se sienten tan fragmentados.
La intención de Harries de continuar con The Crown en otra pantalla (¿BBC? ¿Starz, que transmite Outlander, el gran éxito de Left Bank?) tiene sentido. Primero porque a pesar del mal rendimiento de la tercera temporada es un producto establecido, y segundo… porque la telenovela de la realeza se puso buenísima. Parece un delirio que el autor de la serie diga que ya no tiene historia que contar luego del histórico quiebre de la Corona, el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle.
Durante unos años los servicios de streaming parecían ser lugares seguros para los creativos, con menos interferencia que los canales tradicionales y una exigencia más relajada en la cantidad de espectadores. Hoy Netflix no se puede dar los mismos gustos, pero quizás otro servicio (¿Hulu? ¿BritBox?) pueda apropiarse de la estrategia que tan bien le funcionó en sus primeros años y rescatar un éxito de otro canal para darle una última temporada.

James Bond, coronavirus… ¿y Netflix?
Dos mil millones de dólares. Eso es lo que la industria cinematográfica China lleva perdido en 2020, desde que el 23 de enero se decidiera clausurar temporalmente la mayoría de las salas de cine del país.
Y no solo pierde China, sino Hollywood, que cada vez depende más de las entradas vendidas en Asia, en especial para franquicias de repercusión internacional. Por eso es que ayer Universal tomó la decisión de mover el estreno de Sin Tiempo para Morir, la nueva película de James Bond, del 10 de abril al 25 de noviembre.
Es imposible saber lo que va a pasar con el resto del calendario cinematográfico porque todo depende de las medidas que se pongan para detener la expansión del virus. Después de los desastres de Wuhan e Italia, la mayoría de los gobiernos mundiales han preferido ser cautelosos y recomiendan que se eviten las reuniones multitudinarias en lugares cerrados.
Y aunque quisieras ir al cine igual, en varios lugares del mundo no podrías. Las salas del norte de Italia están cerradas y lo mismo está pasando en Francia, mientras que Los Ángeles acaba de declarar una emergencia sanitaria que podría afectar no sólo a las salas sino a la enorme cantidad de producciones que se filman en la región.
Sin Tiempo para Morir no va a ser la última película que se mueva del calendario, y el efecto de esta mezcla de medidas gubernamentales y pánico (sea o no justificado) se verá durante el estreno de los tanques de marzo, empezando este fin de semana con Unidos de Pixar, y continuando con Un Lugar en Silencio 2 y Mulan. Esta remake pensada para el público asiático será sin duda la más perjudicada si los cines de China siguen cerrados, y por eso Disney pospuso hace tres días su estreno en Japón (que estaba programado para abril.)

Es demasiado tarde para cancelar los estrenos de las películas de marzo, ya que las campañas de marketing están en proceso y la distribución a los cines está confirmada. Pero Hollywood ya está pensando más allá y el rumor (que Disney oficialmente niega) es que Marvel haría un enroque: Black Widow se movería a noviembre y Eternals a 2021. Otras pelis de mayo y junio que podrían moverse incluyen a Mujer Maravilla 1984, Top Gun: Maverick y (claro) la novena Rápido y Furioso, saga que recauda cientos de millones en Asia.
¿Y esto qué tiene que ver con los servicios de streaming? Bastante. Si el estreno de Mulan en China se cancela, pero la película se distribuye en otros países, el tanque de Disney de 2020 sería más que vulnerable a la piratería.
En China no hay Disney+, pero Disney tiene un arreglo de distribución muy amplio con el popular servicio Youku Tudou de Alibaba, que tiene la opción de alquilar películas como video on-demand. El rumor es que se discute la posibilidad de lanzarla en el servicio en la misma fecha de estreno, o pocas semanas después.
Lo que también podría ser una opción para los estrenos más vulnerables. La estrategia de Universal con la peli de Bond se va a repetir, y Warner no va a perder los ingresos de, por ejemplo, la secuela de Wonder Woman aunque tenga que guardarla en un cajón por un año. Pero hay una serie de estrenos de nivel medio que sería una locura mandar a morir a cines semi-vacíos.

¿Se acuerdan de The Cloverfield Paradox? La tercera película de la extrañísima saga de terror de J.J. Abrams se iba a estrenar en cines en abril de 2018, pero su productora Paramount sospechaba que no había forma de recuperar los 40 millones de dólares de inversión. Por eso es que el estudio la vendió a Netflix, que la estrenó de forma sorpresiva en febrero de 2018 y aunque hoy nadie la vería, en su momento fue un lindo golpe de marketing.
Y en medio de una lluvia de lanzamientos de nuevos servicios de streaming, la Gran N (y Amazon, y la misma Disney+ que no estrena nada fuerte hasta agosto) seguramente esté buscando tanques que justifiquen la suscripción.
Revisando esta lista de estrenos veo varias candidatas fuertes al streaming. Las de marzo ya están entregadas, pero una película ya maldita como The New Mutants (3 de abril), condenada a ser un fracaso aún en las mejores condiciones, podría al menos llamar un poco la atención un par de meses después en Hulu. Al fin y al cabo, este es un bodoque más de Fox que Disney se tuvo que comer.
Pasa algo parecido con Radioactive (24 de abril), una biografía de Marie Curie dirigida por la artista de cómics Marjane Satrapi (Persépolis). Por buena que sea (y parece que es bastante buena) dudo que el público masivo tenga ganas de ir a ver a una científica morir lentamente. La peli es de Amazon que puede pasarla a streaming sin pensarlo dos veces.
Mayo es el verano de Estados Unidos y hay pelis que parecen especialmente vulnerables. El drama de guerra Greyhound (8 de mayo) con Tom Hanks es una producción de FilmNation, que gracias a The Irishman tiene buena relación con Netflix… y gracias a The Aeronauts, con Amazon. El thriller The Woman in the Window (15 de mayo) con Amy Adams es otra producción de Fox que mira Hulu con cariño y lo mismo pasa con la sátira política Irresistible, debut del conductor Jon Stewart como director. Esta última es producción de Focus, que es parte del grupo NBCUniversal ¿no sería mejor negocio usarla para lanzar Peacock en julio?
El gran problema es que las decisiones tienen que tomarse con tiempo, y hoy la información es insuficiente. Si el virus se contiene y las películas se cancelaron, los estudios van a perder mucha plata. Pero si la cosa se complica y Black Widow, por ejemplo, se estrena en cines vacíos, podría ser una catástrofe... y ni hablar de los estudios más chicos que no tienen la capacidad de enfrentar una tormenta.

Cortitos: más plata para Quibi, más gente para BritBox, y la fecha de Stargirl
Otra prueba de la importancia del negocio del streaming en tiempos de coronavirus es que Quibi sigue consiguiendo inversores. Su CEO Jeffrey Katzenberg confirmó que acaba de cerrar 750 millones de dólares más de financiación, algo que debería ser una buena noticia para los analistas que piensan que la pata más floja del servicio está en sus contenidos (a menos que esa plata se use para la lógica expansión internacional).
Además de las inversiones, la empresa ya da ganancias: anunciaron que ya vendieron toda la publicidad del año, recaudando 150 millones de dólares. Quizás con tanta confianza por parte del mercado, podrían revisar la ridícula estructura de precios y ofrecer una suscripción gratuita con publicidad, al menos por los primeros meses.
Otro servicio que está bien arriba es BritBox, un emprendimiento conjunto de los canales ingleses BBC (público) y ITV (privado). Este servicio de streaming de nicho está dedicado a la producción inglesa, pero a diferencia del similar AcornTV, está solo disponible en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra. Aún así, ya ha alcanzado su primer millón de suscriptores en Norteamérica y acaba de anunciar su expansión a Australia para algún punto de 2020. Todavía hay esperanzas de verlo por nuestra región.
Stargirl, una de las series más esperadas de superhéroes de Warner, confirmó su fecha de estreno para el 11 de mayo en el servicio de streaming DC Universe mientras que al día siguiente se verá en la pantalla del canal de aire CW. La serie es técnicamente parte del “Arrowverse”, pero lo más probable es que aquí se vea en la pantalla de HBO, como está pasando con las otras series de DC Universe (Swamp Thing y Doom Patrol) y con otras producciones de Warner para CW como Katy Keene.
ADEMÁS: Hulu podría estar en problemas, ya que las críticas de Little Fires Everywhere (su gran candidata a los Emmy) fueron demoledoras. // Se confirmó la cancelación del evento MIPTV en Cannes, lo que complicará mucho la venta de productos televisivos internacionales // La secuela para Disney+ de la clásica peli infantil de los ‘90s Abracadabra (Hocus Pocus) ya tiene director: Adam Shankman (Hairspray) aunque no se confirmó si volverán las tres brujitas originales.
Ayer no hubo muchos tráilers, pero Netflix subió un lindo video para su campaña conjunta con la ONU por el Día de la Mujer. Narra Lana Condor.