El bajón de Westworld revela lo poco que sabemos del rating del streaming
La serie de HBO volvió con un golpe de rating, lo que pone en evidencia el secretismo de Netflix, Amazon y Disney+. Además: Fox ♥ Tubi, el final de She-ra, Community.
El rating siempre ha sido la espina en el costado de una industria que depende de la popularidad de sus contenidos. Nada más humillante para un canal de televisión que inflar un estreno durante meses y que al otro día el mundo entero sepa que fue un fracaso.
Westworld está lejos de ser un fracaso, pero deja en evidencia tanto la vulnerabilidad de los canales tradicionales a la reacción del público como los intentos de los servicios de streaming de tomar el control de sus propias mediciones. Un control que, por suerte, no parece que vaya a durar mucho.
ADEMÁS: en medio de la pandemia, Fox cierra la compra de Tubi, más detalles sobre Pluto TV en América Latina, y el final de She-Ra.
¿Por qué no sabemos el rating de Netflix, Amazon, y Disney+?
El domingo pasado se estrenó la nueva temporada de Westworld, sin duda la serie de ciencia ficción más ambiciosa de esta época. Tiene sus fanáticos y sus detractores, y aunque en sus primeras dos temporadas no alcanzó la masividad de algo como Game of Thrones, está claro que HBO sigue apostando por el proyecto.
Sin embargo, los resultados del estreno fueron preocupantes. A pesar de meses de campaña publicitaria, el rating del estreno de la tercera temporada de Westworld en Estados Unidos fue un 57% más bajo que el de la temporada anterior. 900.000 espectadores simultáneos comparados con los 2.060.000 que vieron el estreno de la segunda en 2018.
Los números son más bajos, sí, pero no cuentan toda la historia. Westworld es la serie mejor preparada para el streaming de HBO, ya que la mayoría de su audiencia la ve a través de plataformas como HBO Go. Si se suman las visualizaciones en estos servicios durante las primeras 24 horas, el número casi se duplica (1,7 millones) y es imposible saber cuál será la cifra final a lo largo de los próximos días (HBO calcula que cada episodio de la segunda temporada fue visto por unos 10 millones de personas.)
Pero más allá de las explicaciones y las notas al pie, la realidad es que Westworld viene perdiendo público desde la primera temporada, un contraste incómodo entre el marketing de la serie y la masividad que HBO espera de un producto insignia. Y de paso, otro ejemplo claro de la desigualdad de condiciones entre los servicios de streaming y la televisión tradicional de aire o cable.
El problema es que el análisis (a veces desinformado) de estos números se convierte en una narrativa, como se ve hace años en la obsesión con la taquilla cinematográfica. Cada récord que baten las películas de Marvel es una excusa para que Disney lance una nueva gacetilla y los propios fanáticos exalten al universo “ganador” en las guerras de los superhéroes.
Pero son los mismos fanáticos los que apuntan a la taquilla decepcionante de la última Star Wars como un ejemplo de las malas decisiones de una empresa. Los números duros son un arma de doble filo que ningún estudio puede controlar del todo.
No es que Netflix no lo haya intentado. El departamento de prensa del servicio envía periódicamente comunicados en los que anuncia números imposibles de verificar. Por ejemplo, a fines de 2019 informaron que la primera temporada de The Witcher había tenido 76 millones de espectadores. Pero si uno lee la letra chica descubre que Netflix mide espectadores de la misma forma en la que YouTube mide visualizaciones: un “espectador” es alguien que vio al menos dos minutos de un capítulo. Lo que pone, como mínimo, esos 76 millones en perspectiva ya que esos 900.000 de Westworld representan el promedio de la cantidad de espectadores que se registraron a lo largo de los 67 minutos del estreno.
La producción de televisión es carísima, y por lo tanto los inversores necesitan apuntar a lo seguro. Sin ratings confiables es difícil que los productores independientes sepan qué funciona realmente en estos servicios, y se hace imposible saber qué tipo de contenidos pueden vender a Netflix, Amazon o Disney+.
Por eso es que en los últimos años las empresas especializadas han intentado realizar mediciones de rating externas. Nielsen, que inventó las técnicas usadas para calcular la televisión tradicional, usa una fórmula basada en la medición de tráfico y la interpretación de audios a través de datos que se leen por celular. Sin embargo, sus números no son públicos sino que se comunican en privado a los clientes que pagan por el servicio.
De vez en cuando, Nielsen hace públicos estos ratings, que ponen las gacetillas de Netflix en perspectiva. El Irlandés, por ejemplo, tuvo 2,6 millones de espectadores únicos en su primer día, pero solamente 751.000 vieron la película completa.
Sería fascinante para los que estudiamos estos servicios tener mediciones completas, ya que si no las hay es porque no hay incentivo. Si sabemos las de televisión y aire es porque estas plataformas se sustentan con publicidad, y una medición externa es imprescindible para que el cliente sepa cuál es la inversión más efectiva.
Quizás la sorprendente popularidad de servicios gratuitos con cortes comerciales haga más abiertas estas mediciones. Y hablando de eso...
Fox (Corp.) compra Tubi
Tubi TV es uno de los éxitos secretos del streaming. Este servicio gratuito, sustentado por publicidad, fue fundado en 2014 por los creadores de la plataforma AdRise y, en silencio, fue acumulando clientes, espectadores, y contenidos que la competencia parecía ignorar (hasta tienen una categoría que se llama “Not on Netflix”.)
En diciembre del año pasado Tubi había alcanzado 25 millones de usuarios únicos, que vieron 163 millones de horas de contenido. Números sorprendentes para un servicio que hace muy poca publicidad y que no tiene detrás un medio de comunicación tradicional o un estudio. Hasta ahora.
Fox Corp. acaba de comprar Tubi por 440 millones de dólares, un poco menos que los 500 que anticipaba hace unos días el Wall Street Journal, pero un número más que atractivo para los fundadores en un contexto económico impredecible.
Fox Corp. es, básicamente, lo que le queda al magnate Rupert Murdoch después de vender la mayoría del estudio Fox a Disney, y consiste de, entre otras cosas, el canal de aire que mantienen el nombre Fox, y Fox News, el polémico canal de cable de noticias pro-Trump.
Por lo pronto, Tubi se mantendrá como un servicio independiente y su fundador Farhad Massoudi sigue a cargo. Lo que la “Nueva Fox” aportará al crecimiento tiene que ver con su cartera de clientes y su capacidad de promocionar el servicio a través de su multimedio.
Tampoco se habla por ahora de la creación de contenido exclusivo para el servicio, pero después de la venta a Disney, Fox Corp. fue adquiriendo estudios pequeños (la casa de animación Bento Box, entre ellos) y fundó una unidad de desarrollo llamada SideCar junto a la veterana ejecutiva de programación Gail Berman.
La lógica de Tubi es la opuesta de monstruos como Apple TV+ o la misma Amazon Prime Video. La inversión es mínima, la ganancia está garantizada, y el público parece estar respondiendo. El que esté prestando atención a este nuevo universo del streaming, no puede dejar de lado el crecimiento constante de los servicios gratuitos.
CORTITAS: Community, Pluto TV, She-Ra
Durante el fin de semana Netflix anunció que desde el primero de abril la excelente sitcom de culto Community volvería a estar disponible en el servicio. En los últimos años Community se podía ver por Amazon Prime Video en forma completa, y la verdad, no queda claro si esta no va a ser una de las pocas series disponibles en los dos servicios.
Los derechos globales de Community son de Sony Pictures, uno de los pocos estudios que no parece estar interesado en tener su propio servicio de streaming (quizás por el dolor de cabeza que fue su intento anterior, Crackle). El contrato global no es exclusivo, y al menos en los Estados Unidos, el servicio Hulu confirmó que también tendrá la serie. Tendría sentido que Amazon la mantenga en nuestro país, y va a ser una gran oportunidad para comparar la calidad de video de los dos servicios.
El lanzamiento de Pluto TV en América Latina está cada vez más cerca, y las redes sociales ya están promocionando los distintos canales. La cuenta oficial de Twitter está en silencio, pero en la de Instagram se pueden ver videos cortos que confirman que, por ejemplo, el servicio lanzará con un canal de animé y las primeras temporadas de Masterchef. Pluto TV es propiedad de ViacomCBS, los dueños de Telefe. Y lo repito: Pluto, dame mi canal de 24 horas de 100% Lucha.
Noelle Stevenson, creadora de la nueva She-Ra de Netflix, confirma que la serie termina con la quinta temporada. Los últimos 13 capítulos (de un total de 52) se estrenan el 15 de mayo, y Stevenson asegura que esta no es una cancelación: desde el principio sabían cuántos capítulos iban a tener y la historia tendrá el cierre que se merece.
Netflix confirmó el estreno de la temporada final de La Casa de las Flores para el 23 de abril. Para mi gusto, esta creación de Manolo Caro es la mejor serie latinoamericana del servicio, un híbrido de telenovela y Almodóvar lleno de personajes memorables. Una pena que se termine tan pronto. Acá va la última intro, otro mural animado inspirado en Frida Kahlo.
Lástima que el servicio de HBO GO da lástima, el HD ni funciona, solo audio estéreo, se clava, las series te salen al revés y así.